lunes, 7 de mayo de 2012

Así está el patio

Sube la luz, subirá el IVA. Bajan las partidas destinadas a becas en educación, subirán las tasas universitarias. Sube el transporte, se impone el copago...pones la tele y todo acaba desembocando en la economía. Sales a la calle y todo son más números y comentarios sobre cuestiones económicas.
Con este panorama cómo se atreverá la gente a consumir, cómo se impulsará la economía...

Bueno, para no repetiros lo que ya estaréis hartos de oir os dejo con el video  Lección de anatomía, la obra de Rembrandt para que, al menos, con arte de fondo, la realidad sea más llevadera.




¿Lección de anatomía, lección de economía?






sábado, 5 de mayo de 2012

Nadie da duros a pesetas

Mi profesor de economía, Félix Lobo Aleu, nos dijo el primer día de clase que la clave para entender la economía se resumía en la frase de que ningún desayuno es gratis.

Hace unos cuántos días entrevisté a Juan José Dolado, catedrático de economía de la Universidad Carlos III de Madrid, para intentar que nos explicara la reforma laboral.
Antes de comenzar la entrevista me recomendó que echara un vistazo a su blog "Nada es gratis". Curioso el título del blog. Muy parecido a la frase con la que comenzó mi profesor las lecciones de economía.

Tras la entrevista saqué en claro algunas conclusiones sobre la economía de nuestro país. Sin embargo, me surgieron nuevas dudas sobre la naturaleza del género humano.

Esta reforma, como bien afirma Juan José Dolado en la entrevista, parte de la premisa de que los empresarios no son diabólicos, porque compiten en el "mercado" y todos quieren obtener beneficios. Sin embargo, a mi me cuesta confiar en aspectos que se escapan a cuestiones económicas y que rozan con cuestiones de moral.

No hay nada más misterioso que el ser humano y no todos responden de la misma manera a los mismos incentivos. Porque repito, una cosa es la economía, y otra cosa es la moral.
Y la economía opera con números y la moral con la ética y las personas. Y en un balance, yo creo que eres un número, un signo más o un signo menos, para el que haga los cálculos. Y no tanto un persona o un código deontológico.

En cualquier caso, aquí os dejo la interesante entrevista que le hice a Juan José Dolado. Os aconsejo verla pues nos revela muchos fallos del sistema económico de nuestro país, que nos guste o no, hay que cambiarlo porque no funciona.




martes, 1 de mayo de 2012

La medicina sin receta

Lavapiés. A escasos metro del CDN, a escasos metros del Teatro Circo Price, se encuentra la Casa Encendida. Un café en su amable cafetería mientras leo el periódico. Las buenas energías te rodean.
Y me espera una amable charla sobre arte y cultura con una mujer que ha estudiado Comunicación Audiovisual. Lucía Casani, la directora de cultura de la Casa Encendida me recibe para responder a mis preguntas.
"¿Qué es el arte? Cuál crees que es el futuro del arte? ¿Cómo podrá sorprendernos ahora que parece que todo está inventado? ¿Se pueden seguir creando un arte y una cultura de calidad cuando los medios son más excasos?..." Estas son algunas de las cuestiones que le planteé.


"Nuestra utopía es que todas las personas pudieran disfrutar de la cultura de una manera libre y abierta"
"El arte ha existido siempre. Es una necesidad del hombre. No creo que el ser humano pueda vivir sin arte".
"Sin arte no habría habido avance. El arte nos hace mejor personas"

Estas son algunas de las frases que Lucía me regaló cuando charlamos sobre el arte y la cultura.
La pregunta que quedó en el aire es cómo va a sobrevivir la cultura en esta época de recortes.

Ahora que estamos en crisis, que tenemos que reinventar el sistema porque ya no funciona. Ahora que necesitamos comprender el mundo, que necesitamos respuestas. Ahora es el momento del arte y la cultura más que nunca. Para que nos revelen los misterios del mundo que nos rodea y que se nos ha quedado grande.

Ahora, la medicina sin receta son la cultura y el arte.

La mirada de Helena de Troya

"Juicio a una zorra" dirigida por el recién galardonado Miguel del Arco y protagonizada por la maravillosa Carmen Machi estuvo hasta el pasado mes de noviembre en el Teatro de la Abadía. Luego ha pasado por otros teatros hasta volver un único día a Madrid, el 14 de abril. El auditorio Padre Soler de la UC3M tuvo el privilegio de ser el escenario en que esta obra se representara otra vez. Asi que no desaproveché la oportunidad  y acudí a la representación. Y ya de paso conseguí que Carmen Machi me concediera una entrevista.

El trabajo del actor se basa en sentir, en ponerse la piel de otra persona cuando sale al escenario. Por eso quise entrevistar a Carmen Machi. Para que después de haberse sentido como la vilipendiada Helena de Troya me diera su opinión sobre las siguientes cuestiones:

-Helena parece ser descrita en la Historia como la causante, junto con Paris, de la guerra de Troya. En tu monólogo preguntas varias veces quién escribe la Historia. ¿Consideras que la Historia debería ser reescrita en algunos casos o que es mejor no desenterrar viejos fantasmas y dejar las cosas como están? 
-No sé si hay que reescribir la Historia pero sí creo que hay que leer la letra pequeña y hacerse preguntas. Desgraciadamente no siempre los muertos pueden contarnos su visión de los hechos como nuestra inmortal Helena, pero que la Historia ha estado contada injustamente en muchos casos es un hecho. 

-Wiki-leaks nos ha aportado la prueba fehaciente de que información justa y necesaria nos estaba siendo ocultada. ¿Crees que es necesario que halla secretos para no producir más revueltas en el mundo o crees en la verdad por encima de todo? 
-El ciudadano debe contar con toda la información y así decidir qué opinar y no tener que jugar con desventaja. 

-En la obra se habla también de la dualidad entre verdad y belleza. ¿Consideras que la belleza del teatro radica en que nos muestra con su mentira la verdad del mundo? 
-El teatro es un espacio de juego que emociona, mueve conciencias, invita a la reflexión... es vida, es la vida; pero por desgracia no siempre lo que muestra es bello. No, la Verdad no siempre es bella. 

-¿Piensas que con tu interpretación de Helena de Troya en “Juicio a una zorra” has revelado más verdad y has hecho más justicia que muchos políticos y jueces? 
-Yo escucho a Helena, la firmeza, la valentía, el humor, el dolor y el amor con el que habla y desde luego me conmueve y si me conmueve es porque creo en ella, en su exposición de los hechos y en su punto de vista. No sé si es justicia pero sí creo que es justo escuchar a las víctimas. 

-Helena no fue más que la excusa para que se desatase una guerra que Agamenón ya tenía planeada. Así pues no fue el amor el causante de tantas muertes sino la ambición de un solo hombre. ¿Crees que en la actualidad la historia se sigue repitiendo? 
-El poder es muy peligroso, cierra la mente y enturbia el corazón, hace que cambien los valores de la vida. Sólo el amor es más fuerte que el poder y puede ganar la batalla, pero desgraciadamente no la guerra. Sí, La Historia se repite. 

-Y ya para finalizar, ¿qué es el arte para ti? 
-El Arte yo lo recibo como algo que cuando sucede es genuino, auténtico, irrepetible y que sorprende. Aquello que te moviliza por dentro y no entiendes porqué y el oficio desaparece.


Personalmente creo en el teatro como un arma para despertar la conciencia que jamás deberíamos haber perdido. Creo que puede ser la manera de despertar al ciudadano inerte y narcotizado que habita en nuestro interior. 

Precisamente “Juicio a una zorra” con un texto tan mordaz y bello es este tipo de teatro que a mí me gusta tanto. Con las palabras a las que Carmen Machi pone voz quedamos invitados a reflexionar sobre temas tan profundos como la Historia, la justicia, la verdad, la belleza, la política, la ambición…

La obra estuvo sensacional. El texto, la puesta en escena, la interpretación de la actriz, la coreografía...todo fue un auténtico deleite. Y lo mejor... que pasado, presente y futuro se dan cita en el escenario. Que el teatro produce en los espectadores la catarsis para que no nos olvidemos de quienes somos, para que no nos olvidemos de reflexionar cuando se cierre el telón.