Hay gente que va al psicólogo cuando tiene algún problema emocional o mental para que este le ayude. Yo recomiendo, para algunos casos, una terapia mejor: apuntarse a un taller de teatro.
A partir de la relajación, la expresión corporal, la voz, el movimiento...entramos en contacto con nuestro y cuerpo y con nuestra mente. Más allá, el actor abandona su piel mientras interpreta el personaje y así conoce de la manera mas auténtica posible cómo se siente el otro. Al experimentar en nuestras propias carnes las emociones ajenas, las personas solemos volvernos más comprensivas y entendemos otros puntos de vista. Esto nos puede ayudar mucho a tener otra mirada del mundo y de nosotros mismos.
En vez de contarle los problemas a un psicólogo podemos entrar en contacto con nuestras emociones para hacer un "auto-psicoanálisis".
Fuera de la rutina, de los agobios, de los prejuicios...A solas con nuestros sentimientos.
Y bueno para los que no se atrevan a dar el paso, o estén más calentitos en casa, recomiendo que leean teatro. Hay que aprender a leer un poco entre líneas, pero merece la pena.
Mi recomendación del día: Las tragedias griegas de Sófocles. Y más en concreto, Antígona.
...y te contaría mucho más, el teatro ayuda, exorcisa todos nuestros miedos, no enfrenta y confronta nuestras limitaciones y al mismo tiempo te ofrece alas para soñar. La realidad se convierte en una mina de oro para nuestro trabajo y las relaciones humanas un mundo por descubrir. Si nos atrevemos a buscar en este arte, tal vez y solo digo tal vez, podríamos encontrar el verdadero sentido de nuestra vida, que no es más que mecerte en una amaca y dejarte acariciar por el viento.
ResponderEliminarManu Medina